La Corte Constitucional y sus acciones tutela, cumplimiento, populares y de grupo o clase, es decir, ponerle dientes a la constitución, crear un derecho procesal constitucional, es el avance más significativo que el constituyente primario de 1991 consiguió. Este logro permitió que los colombianos volvieran a creer en sus jueces y que todos los jueces del país aprendieran por fin a aplicar la constitución. Este organismo es lo más sabio que se ha creado para proteger y respetar los derechos humanos desde que Antonio Nariño tradujo los derechos del hombre y del ciudadano, producto de la revolución francesa. Hoy los atropelladores y los usurpadores de los derechos fundamentales saben que si lo hacen, les cae el brazo de la justicia constitucional y los pone en su sitio. Se que los jueces son individuos humanos y como tal se equivocan como cualquier mortal, pero el avance logrado es exponencial. La corte constitucional no es perfecta, pero en los pocos años de su existencia, ha logrado cosas en el campo del respeto y garantía de los derechos humanos fundamentales, que antes durábamos siglos en conseguir, con el consiguiente desgaste en vidas humanas y recursos, que esta honorable institución vino a suplir. La existencia de la corte constitucional y sus acciones evitarán al país en el futuro muchas guerras y problemas. En especial, el derramamiento de la sangre de colombianos, que al no encontrar protección para sus derechos fundamentales, se verían impelidos al uso de la fuerza, al uso de la violencia para lograr el respeto y guarda de sus derechos. Este procedimiento constitucional ha permitido que nuestros jueces y abogados aprendan con más cariño y amor aplicar el derecho, porque la justicia constitucional es sin duda una justicia más clara, transparente, humana, que acerca a las personas al derecho y a sus jueces. Las personas hoy ven a los jueces con más respeto, los han aprendido a querer, y eso es un avance gigantesco para la justicia. Si no hay justicia, no puede haber paz, sino guerra y desolación. La justicia es lo más importante que un pueblo debe tener, y a fé que los fallos de la corte constitucional lo ha logrado. Sus sentencias son un ejemplo de amor por el derecho y de amor por la justicia, debemos proteger a la corte constitucional contra todas aquellas personas que la atacan sin razón, que hoy sueñan con volver al ancien régime.
FRANCISCO JAVIER VELASCO VÉLEZ
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